martes, 28 de diciembre de 2010

Papas (I)

Existen varios tipos de papas en el fútbol base, en particular veo 2 tipos en los que buscar una referencia, hoy hablaremos del que creemos que tiene que desaparecer o por lo menos tiene que intentar moderar su comportamiento y actitud, tanto en el recinto deportivo como en la relación con su hijo.
El club(entendemos el club como entrenadores,coordinadores,etc) tiene la obligación de velar por que el niño encuentre el entorno mas favorable para desarrollar todo su potencial, y para eso es necesario que nada perturbe su concentración en el entrenamiento. Para que esto ocurra, tenemos que quitar de lo que es el rectángulo de juego esos papas que son una especie de linieres o jueces de silla que están continuamente "animando" el entreno, "chuta tu!!, corre mas!!, pásala!! que bueeenooo!! con sus correspondientes palmas", aquí tenemos obligación el club de asumir la obligación de intentar evitarlo, en la medida de lo posible, está claro que si tienes una ciudad deportiva tipo Villarreal o Paterna es mas fácil pero sin duda hay clubs mas humildes (C.D. Covadonga; Oviedo) que han encontrado soluciones que debemos copiar o asemejar a nuestras instalaciones...estamos obligados a restringir el paso cercano al entrenamiento del niño. Aquí es donde debemos ser muy estrictos y marcar bien las normas sin temor a que los papas nos obliguen a ceder en lo que para la formación del niño puede ser fundamental, y deben respetarlo. Por ejemplo, si ningún papa va a jalear en una clase de mates a su hijo cuando hace bien un ejercicio en la pizarra, ¿por qué debe jalear cuando mete un gol en un ejercicio de tiro?...así debemos empezar con todo, deberemos prohibir la entrada a vestuarios, estamos hartos de ver a niños hasta de 11 años como les ponen las botas, las espinilleras, etc... después están en la puerta y nada mas salir el niño le cogen la mochila y se la cuelgan al hombro hasta casa con la sensación de que ellos han sido los que han entrenado, por favor es ridículo...dejen a los niños disfrutar de su entrenamiento y digo entrenamiento desde que sale de casa para el entreno, que el tiene ya esa cosita que le urga por el estomago que nos ocurre cuando somos niños y estamos deseando entrar en el vestuario y estar con los compañeros esperando que venga el "mister" y nos de la orden de salir al campo para pasar el mejor rato del día. Recapaciten papas y no olviden que es la oportunidad de ellos, la nuestra ya pasó.
En cuanto a vosotros los niños, debéis saber decir a vuestro papas que es vuestro momento y no el suyo, y necesitáis todo su apoyo, pero como papa, no como entrenador, ni ojeador, ni representante, ni "hooligan"...

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